Nada Yoga
El Nada Yoga es una de las disciplinas y prácticas más antiguas. En la historia del Yoga, el Mantram ha sido la “llave” de acceso a la mente y el camino más directo hacia los estados de conciencia que preceden a la iluminación. El Mantra, el canto, la música y, en general, la utilización de los sonidos sánscritos, han estado encaminados al restablecimiento del equilibrio y la armonía en el cuerpo, la mente y el espíritu. En todos los casos se reconoce como una potente herramienta para el desarrollo de la vida espiritual. Moviliza las fuerzas vitales, concentra los recursos del cuerpo para desbloquear y hacer fluir libremente la energía psicofísica fundamental y facilita el acceso al interior del ser humano procurándole quietud, fortaleza y seguridad; aspectos esenciales para una vida cuya dirección es un Proyecto de Realidad.
Los fundamentos teóricos del Nada Yoga se encuentran en los antiguos libros sagrados de la India como el Sama Veda, cuyos cantos eran utilizados para la elevación espiritual. Desde esa época ya se sostenía que el sonido, por sí mismo, podía crear diferentes estados de conciencia. También en las Upanishads, se pueden encontrar numerosas referencias al sonido primordial OM (AUM) llamado Nada Brahma, el gran sonido creador. Según la tradición hindú, este sonido contiene en sí mismo las tres formas de energía: A es la creación o Brahma , U es el crecimiento o el mantenimiento que lleva implícitos el principio masculino y femenino o Vishnu , y M que equivale a la disolución o destrucción como fuente de transformación o Shiva. En muchos compendios sagrados se han formulado diferentes teorías sobre la vibración desde una base matemática, física y metafísica.
El poder del sonido, sus efectos sobre las emociones, su fuerza terapéutica y, sobre todo, su apoyo en la vía espiritual han sido siempre puestos de manifiesto por las culturas y civilizaciones antiguas de todas las partes del mundo.
"Existe un mundo de armonía, un mundo eterno, un sonido desde el cual han nacido todas las formas, todos los colores, toda la música, toda la belleza, y yo, he entrado en ese mundo. He tenido una experiencia indescriptible: me ha parecido salir de mi propio cuerpo y me he sentido pulverizado, disperso en el espacio. He escuchado la música de las esferas durante algún segundo; he vivido, he visto y sentido como cantaba el universo entero. Las piedras, los árboles, las montañas, los mares, las estrellas, los soles y todas las criaturas cantaban en una armonía grandiosa y sublime. Era maravilloso. Son instantes muy raros y es un verdadero privilegio vivirlos. Esta experiencia ha hecho nacer en mí un criterio, un modelo, una medida absoluta, un punto de partida para comprender y colocar cada cosa. Para mí, todo está ya tocado por esta iluminación"
Estas palabras del maestro Omraam (M. Aïvanhov) describen el espíritu del Nada Yoga, el Yoga del Sonido. Nada en sánscrito significa Vibración o sonido.
El poder del sonido, sus efectos sobre las emociones, su fuerza terapéutica o espiritual han sido siempre puestos de manifiesto por las culturas y civilizaciones antiguas de todas las partes del mundo. Sin duda, la cultura que más ha conservado los tesoros del sonido y la música ha sido la India.
Cualquiera que se disponga a entrar en contacto con la música hindú se enfrenta a una serie de reflexiones filosóficas sobre el sonido (la vibración), el espacio (la disposición de cada sonido), el tiempo (la estructura rítmica que organiza los sonidos) y el movimiento (la música). También estará delante de una serie de indagaciones metafísicas sobre la energía de la vibración, sus aspectos sensibles, los elementos matemáticos que pueden alcanzar a reproducir sus propias relaciones y lo que más interesa al Yoga, sus efectos en la conciencia. Según la tradición hindú, los sonidos buscan un orden y una jerarquía a veces incomprensible. En sí toda la filosofía hindú, como su música, navega alrededor de estas posibilidades inmensas e infinitas.
El tratado SANGHITARATNAKADA (Océano de perlas de la música) del 1.204 d.C. de Sarngadeva es un compendio de alabanzas sobre el sonido, sus aspectos materiales y sus valores cosmológicos; en el mundo, los sonidos prevalecen sobre cada elemento, llenan nuestros cuerpos, tocan la conciencia, expresan sutilezas a través de sus resonancias y, siempre se relacionan con un principio transcendente. El sonido es energía, vibración que vive en el núcleo de cada movimiento de la vida misma y del destino. Nuestro cuerpo físico es la caja de resonancia de las emociones y los sentimientos, pero también lo es de la conciencia. El Nada Yoga considera que el corazón, como centro del ser humano, es la base de la armonización y en su propio movimiento, deberían nacer las palabras y el sonido de la voz, el canto, para liberar el mundo interior y la luz que vive en su interior.